Un estudiante que recientemente se unió al curso avanzado de nuestra escuela me contó que durante años, su esposa le había pedido e insistido en que viera los videos de Alma. Pero cada vez que comenzaba a escuchar una conferencia, se sentía como si estuviera frente a «Un profeta de ira que pronunciaba duras amonestaciones» y entonces retrocedía, aunque intuía que yo estaba hablando la Verdad.

Hace aproximadamente seis meses, asistió a la conferencia «Profetas vs. Imperios» dada en un evento en vivo, y entonces…algo se abrió dentro de él. Aparentemente, soy menos intimidante cuando las personas me conocen cara a cara, y este hombre comenzó a sumergirse en nuestro currículo, ¡escuchando lecciones día y noche! Estas lecciones lo fortalecieron, llenándolo de tanto poder que incluso logró dejar por completo los medicamentos psiquiátricos para la depresión y ansiedad que había estado tomando durante años.

Ahora, la verdadera pregunta es: ¿Qué es exactamente una amonestación, y qué parte de nosotros retrocede cuando la escuchamos?

Entendiendo la Amonestación

La amonestación es, en esencia, la luz que revela y pone de manifiesto aquello que está errado en una persona y que ella no alcanza a ver por sí misma. Esta luz nace de un corazón lleno de verdadero amor y de un sincero cuidado por su bien supremo.

Entonces, ¿qué parte de nosotros retrocede ante la amonestación?

Aquellos que siguen mis publicaciones ya saben que tenemos tres conciencias:  la conciencia emocional, la conciencia intelectual y la conciencia espiritual.

Las primeras dos conciencias, que nunca se suponía que fueran conciencias independientes sino meramente herramientas al servicio del espíritu, han creado en realidad nuestra falsa personalidad:  el ego.

El ego ama la adulación; ama los cumplidos como «eres luz y amor»; al ego le gusta sentir que es «una buena persona» y siempre piensa que «sabe mejor que todos.»

El ego ama sentir que tiene razón y todos los demás tienen la culpa (en otras palabras, odia asumir responsabilidad), y por lo tanto, ¡realmente no le gusta nadie que lo fuerce al autoexamen!

¡Ahora está más claro por qué cuando el ego es amonestado,  lucha  por su existencia o  huye  por su vida!

El Papel de los Verdaderos Profetas

Los varios profetas verdaderos no fueron enviados para ayudar al ego (porque eso es exactamente lo que todos los falsos profetas hacen excelentemente…).

A lo largo de la historia humana, ¡los verdaderos profetas fueron enviados para ayudar al espíritu a liberarse de la opresión del ego!

En otras palabras:  el papel de un verdadero profeta es ayudar al espíritu a escapar de la matriz interior.

Por lo tanto, las amonestaciones severas de todos los profetas verdaderos siempre estuvieron dirigidas  a golpear la cáscara del ego y romperla, y esto no se puede hacer con adulación.

¿Por qué? Porque el ego es un carcelero fuerte y terco del espíritu, al cual ha oprimido sistemáticamente durante miles de años de evolución incorrecta, ¡y no tiene intención de renunciar fácilmente a su estatus de gobernante!

Si entendemos la historia del Éxodo de Egipto como un código, representando lo que sucede dentro del mundo interior de cada persona, entonces el Faraón representa nuestro ego, los israelitas representan el espíritu clamando por libertad, y Moisés representa al profeta que reprende al Faraón, nuestro ego, trayendo plaga tras plaga sobre él hasta que finalmente se rinde.

Para resumir, esta es la batalla: ¡o el ego domina y el espíritu es suprimido, o el espíritu gobierna y el ego sirve.  No hay manera de que ambos puedan estar felices y contentos simultáneamente!

El Sufrimiento como Liberación

A menudo, el sufrimiento también sirve para romper el ego y liberar al espíritu.

¿Cómo exactamente?

Muchas veces, he tenido personas sentadas frente a mí compartiendo cómo un accidente, enfermedad grave o separación les trajo la liberación que habían anhelado secretamente.

Tomemos el ejemplo de un hombre adicto al sexo que, a pesar de conocer los efectos dañinos, no podía liberarse de su adicción porque su espíritu carecía de la fuerza.

Después de que un accidente automovilístico lo dejó paralizado en la parte inferior del cuerpo y lo despojó de su destreza masculina, ¡experimentó una enorme liberación y alegría! Mientras que el ego masculino nunca se regocijaría por tal daño permanente, su espíritu celebró porque este sufrimiento extremo finalmente lo había liberado.

Considera otro caso:  Una mujer teme la jubilación anticipada a pesar que el trabajo no le proporciona ninguna alegría. Duda porque su ego le susurra que no debe dejar de trabajar; de lo contrario, no podrá dejar una herencia para sus nietos. Esto es porque el ego, operando desde una conciencia puramente terrenal, ve todo a través de una lente material.  

Cuando esta mujer desarrolla cáncer y se ve obligada a dejar el trabajo, experimenta algo inesperado: liberación y alegría. Este es su espíritu regocijándose, el mismo espíritu que había sido demasiado débil para tomar esta decisión por sí solo. El sufrimiento conquistó al ego y permitió que su espíritu emergiera libre.

Veamos otro ejemplo: Las personas que permanecen durante años en matrimonios infelices a menudo experimentan algo similar. Su espíritu quiere irse, pero carece del valor para actuar porque el ego constantemente los asusta con sus argumentos: «¿Cómo te las  

Entonces un día, uno de los cónyuges simplemente se va. A pesar del dolor, experimentan una sensación inesperada de liberación profunda. Una vez más, esta es la alegría del espíritu; alguien finalmente dio el paso que el espíritu era demasiado débil para dar por sí solo.

¿Por Qué Hay Tanto Sufrimiento en el Mundo Ahora?

Podemos ver que  las amonestaciones y el sufrimiento sirven exactamente al mismo propósito: ¡ayudar al espíritu a liberarse de las cadenas del ego!

Así es también como funciona el Amor de Dios hacia todos los seres humanos: busca salvar al espíritu eterno, no hacer que el ego temporal se sienta cómodo y satisfecho.

Por lo tanto, el propósito del karma no es castigar, sino devolver a las personas las consecuencias de sus elecciones y acciones, para que despierten y hagan correcciones.

¿Cómo se relaciona todo esto con el sufrimiento que vemos en todas partes del mundo hoy?

Dado que la humanidad ha desarrollado obstinadamente el ego, aplastando completamente al espíritu, no queda otra forma de ayudarnos a liberarnos y cumplir nuestro propósito destinado excepto a través del sufrimiento.

Y no cualquier sufrimiento, sino un sufrimiento extremo que dejará a nuestro ego inflado y arrogante sin palabras y de rodillas.

Solo entonces, y no mientras nos sentamos cómodamente navegando por publicaciones espirituales en nuestras computadoras, aquellos cuya chispa espiritual aún no se haya extinguido podrán liberarse y comenzar a desarrollarse según el Plan de Creación.

Una Historia Sobre la Búsqueda Verdadera

Hay una historia que amo que ilustra exactamente este punto:

Una vez un hombre educado vino a un monje sabio y preguntó: «¿Cuál es el significado de la vida?»

El monje reconoció que era solo el ego del hombre el que hacía esta pregunta. Así que invitó a su huésped a caminar con él hacia el río.

Allí, para la gran sorpresa del hombre, el monje agarró su cabeza y la empujó con fuerza bajo el agua.

Por algún tiempo, que se sintió como una eternidad, el hombre estuvo sumergido. Solo cuando había casi perdido la conciencia el monje lo soltó y le permitió salir a la superficie y respirar.

«Si realmente quieres encontrar el significado de la vida,» le dijo el monje al hombre jadeante, «debes buscarlo con la misma desesperación que acabas de sentir cuando no podías respirar.»

Esta historia revela la diferencia entre la búsqueda espiritual y la búsqueda emocional o intelectual, que simplemente está de acuerdo con lo que ya creemos que es verdad. La búsqueda espiritual, sin embargo, nos obliga a soltar completamente el ego y comenzar a aprender todo desde cero.  

Dado que el ego es tan poderoso, no tenemos más opción que «ahogarlo» completamente antes de que el espíritu pueda tomar control. 

La Batalla Real 

La auténtica batalla que enfrentamos es entre el ego y el espíritu. 

Cuando el espíritu aprende a reconocer las palabras penetrantes de amonestación de los verdaderos profetas y a ver todo sufrimiento como la mayor ayuda disponible para él, conteniendo el profundo Amor de Dios por nosotros crecerá lentamente volviéndose más fuerte. 

Entonces también entenderemos que así como no puedes sanar una herida sin limpiarla primero, y así como no puedes colocar incienso y un jarrón de hermosas flores en una habitación sucia, tampoco puedes convertirte en «luz y amor» sin someterte a un profundo proceso de purificación interior.

Pero si nos entregamos a la gran purificación que ahora se impone sobre toda la humanidad, comenzaremos a caminar por un sendero diferente: ¡un sendero lleno de alegría, donde milagros y maravillas suceden diariamente! En este sendero, encontraremos más y más personas uniéndose a nosotros mientras viajamos hacia la cima de la montaña, ¡cumpliendo profecías antiguas y nuevos sueños a la velocidad de la luz!

¡En Alma School for Humanity, experimentamos este sendero!

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