En su libro “Filamentos del Destino Determinan La Vida Humana”, Rosalie Von Sass revela sorprendentes revelaciones sobre el tabaquismo que van mucho más allá de sus conocidos efectos físicos, ofreciendo una profunda visión de cómo este hábito impacta nuestra conexión con la Luz y nuestro desarrollo espiritual.
A través de su don único de visión etérea, Von Sass describe cómo fumar afecta no solo al cuerpo físico, sino que crea alteraciones dramáticas en el cuerpo etéreo: el manto de materia más ligera que también llevamos. Describe haber visto la boca del cuerpo astral de un fumador deformada en una abertura negra, cubierta de alquitrán, que se extiende como una chimenea hasta el estómago. Esta deformación espiritual emite un olor repugnante que en realidad repele las fuerzas de la Luz y a sus ayudantes, dejando efectivamente al fumador fuera de la asistencia espiritual vital que podría necesitar desesperadamente para su desarrollo y karma.
Aún más reveladora es su descripción de cómo fumar crea una vulnerabilidad espiritual que la Oscuridad aprovecha. Cuando alguien fuma, sin saberlo atrae tanto a criaturas sombrías como a almas ligadas a la Tierra que compartieron el mismo vicio. Estos seres se agrupan alrededor del fumador, influyendo en su juicio e impulsando su ansia a través del cerebelo y el plexo solar. Lo que los fumadores perciben como relajación es en realidad el alivio temporal de satisfacer los deseos de estas entidades adheridas.
Von Sass comparte reflexiones particularmente profundas sobre la relación de las mujeres con el tabaquismo. Explica que las mujeres estaban destinadas a ser mediadoras de las vibraciones de la Luz, y cuando una mujer fuma, interrumpe este papel sagrado. Una madre fumadora, a pesar de su mejor esfuerzo para proveer las necesidades materiales de su familia, no puede transmitir el poder luminoso vital necesario para el bienestar de su familia, lo que lleva a diversas dificultades físicas y emocionales para sus hijos y su marido.
La perspectiva histórica que ofrece es igualmente sorprendente: la primera instancia registrada de mujeres fumando se encontró en las siete ciudades que perecieron, incluyendo Sodoma y Gomorra, donde las sacerdotisas fumaban cigarros especialmente preparados como un vicio privilegiado hace unos cinco o seis mil años.
El relato concluye con reflexiones sobre el impacto del tabaquismo en las partículas atmosféricas invisibles que nutren nuestro sistema nervioso. Si bien la medicina moderna aún no reconoce estos efectos, Von Sass explica que la destrucción de estas partículas hace que nuestro sistema respiratorio sea vulnerable a las enfermedades.
Este notable texto refleja cómo nuestros hábitos físicos tienen consecuencias de gran alcance en el reino espiritual, afectando no solo nuestro propio desarrollo espiritual, sino también nuestra capacidad para cumplir nuestro papel previsto en la Creación. Sirve como un poderoso recordatorio de que lo que aparece como un simple hábito en nuestro mundo material puede crear profundas perturbaciones en nuestra conexión con la Luz y nuestra capacidad para recibir la guía Divina.