LA ASISTENCIA QUE LA HUMANIDAD YA NO RECONOCE – Cuando La Naturaleza Habla a Quienes Escuchan
En su libro «Filamentos del Destino Determinan La Vida Humana», Rosalie Von Sass comparte otro relato notable que refleja cómo la protección Divina actua a través de la propia naturaleza, ofreciendo advertencias a aquellos que permanecen conectados a su lenguaje sutil.
La historia se desarrolla en Perú, en 1966, con Margarita, su esposo José y sus tres hijos: los gemelos Blanca y Ángelo (7), y Nina (5). Mientras su esposo estaba de viaje de negocios y Ángelo estaba en casa de su abuela, Margarita vivió una experiencia extraordinaria que les salvaría la vida.
Diez días antes de un devastador terremoto, Margarita notó un comportamiento inusual en nueve pájaros enjaulados que estaba cuidando. Las criaturas, normalmente pacíficas, de repente comenzaron a aletear y volar frenéticamente contra sus jaulas en aparente pánico. Cuando un pájaro se lastimó, Margarita, movida por la compasión y un miedo inexplicable, los liberó a todos para que regresaran a su hogar en las montañas.
La advertencia de los pájaros desencadenó una cadena inmediata de eventos: Esa noche, Margarita sintió una inquietud inexplicable, y al amanecer de la mañana siguiente, su hija Blanca la despertó, ya vestida y sosteniendo una bolsa de viaje, insistiendo en que debían ir a la casa de su abuela porque había “oído” a su hermano gemelo, Angelo, llamando. Siguiendo estas indicaciones intuitivas, se fueron de inmediato, viajando 14 horas en autobús, solo unos días antes de que un terremoto destruyera por completo su área.
Esta historia revela verdades profundas sobre nuestra conexión con la Creación. A través de este relato, aprendemos que la naturaleza proporciona advertencias a aquellos que mantienen su vínculo sagrado con ella, y que los niños, al ser más puros, a menudo permanecen más receptivos a tal guía sutil. Lo que comúnmente etiquetamos como «desastres naturales» son, de hecho, transformaciones necesarias de la Tierra. Nuestra desconexión moderna de la Verdad ha disminuido severamente nuestra capacidad para recibir y comprender las advertencias naturales, sin embargo, la protección Divina continúa actuando a través de varios canales para aquellos que permanecen receptivos a su guía.
Von Sass explica que en la antigüedad, las personas prestaban atención a tales advertencias y eran guiadas lejos de áreas peligrosas. Por lo tanto, no percibían estos eventos como desastres en absoluto, ya que nadie resultó herido en una de estas ocurrencias. Hoy en día, tales salvaciones extraordinarias son raras porque la humanidad ha perdido en gran medida su conexión con la naturaleza y su capacidad para escuchar la voz interior del espíritu.
Este relato ofrece un poderoso recordatorio de que lo que percibimos como «catástrofes» a menudo son parte de las transformaciones esenciales de la Tierra y la alineación con la Voluntad de Dios, y que la protección Divina permanece disponible para aquellos que mantienen su conexión con la Verdad y las Leyes de la Creación.