En los primeros días de la colonización de Brasil, un pirata notorio llamado Thomas Cavendish y su tripulación aterrorizaron pueblos costeros, dejando tras de sí rastros de sangre y lágrimas. Esta historia revela cómo, siglos después, la Justicia Divina se manifestó a través de una extraordinaria cadena de eventos.
Cavendish reencarnó como capitán de barco en Irlanda a principios del siglo XX, al mando de un buque mercante durante la guerra. Sorprendentemente, su tripulación estaba formada por almas que habían sido piratas bajo su mando en sus vidas anteriores. Cuando su barco fue torpedeado en el Atlántico Sur, el pánico y la violencia resultantes entre la tripulación reflejaron la brutalidad que una vez habían infligido a otros. Su trágico final —a través del fuego, el ahogamiento y los ataques de tiburones— reflejó el sufrimiento que habían causado siglos antes.
Este relato convincente ilustra cómo la Justicia Divina opera a través de las vidas, mostrando que lo que aparece como una tragedia aleatoria a menudo cierra ciclos kármicos de hace mucho tiempo. A través de esta historia, vislumbramos la profunda verdad de que cada acción eventualmente regresa a su fuente, aunque pueden pasar siglos para que estos hilos del destino completen su curso.
La historia completa de Cavendish y otros relatos esclarecedores sobre la justicia que opera más allá de una sola vida se pueden encontrar en el libro de Roselis von Sass «Filamentos Del Destino Determinan La Vida Humana». Estos relatos nos ayudan a comprender que lo que percibimos como coincidencia o injusticia podría ser parte de un patrón mayor de Justicia Divina que se desarrolla a lo largo de los siglos.