Reconocer la Ley de Dar y Recibir en la Vida Diaria

Reconocer la Ley de Dar y Recibir en la Vida Diaria

Durante una reciente sesión de preguntas y respuestas en vivo, alguien cuestionó si la recopilación de direcciones de correos electrónicos por parte de la escuela para proporcionar contenido espiritual contradice las advertencias sobre las agendas de control.

La respuesta enfatizó la Ley de la Creación: «Solo a través del dar se hace posible el recibir». Específicamente, en lugar de ver todo con sospecha, deberíamos preguntarnos cómo podemos retribuir cuando hemos recibido algo valioso. La respuesta también explicó que las redes sociales sirven como la plaza pública moderna, lo que hace que la recopilación de correos electrónicos sea necesaria para llegar a las personas, y que el trabajo espiritual requiere una infraestructura económica: la noción de que las empresas de la Luz deberían operar sin cargo fue concebida por la Oscuridad para mantener a los líderes espirituales como mendigos, impidiéndoles interferir con sus planes.

Esta respuesta inspiró la siguiente reflexión de Michal Glatsman Webb:

La respuesta sobre la espiritualidad, el dinero y las Leyes de la Creación ofreció un poderoso replanteamiento de la forma de ver este concepto desde “Si es gratis, tú eres el producto” a “Si recibiste valor, debes retribuir a la fuente”. Esto me hizo ver introspectivamente.

Me hizo reflexionar sobre mí misma hace tres años. Tres años que se sienten como una persona diferente en un mundo diferente. Después de ver todas las conferencias gratuitas de Alma en Un Nuevo Ser Humano. Un Nuevo Mundo y leer todo lo que Hagit había escrito, ¡supe que esta era la Verdad! Sin embargo, dudé, evitando tomar una decisión y con excusas como : “Todavía hay mucho que asimilar de las conferencias gratuitas, ¿por qué registrarse de inmediato? Has tomado cursos antes, ¿qué sería diferente esta vez?”

Pasaron las semanas. Oré por una señal.

Un día, al regresar de compras, recibí un mensaje de Facebook en español: “Tengo tu información…”. Asumiendo que era spam, casi lo borro, pero un ruido repentino y fuerte en mi oído me detuvo. Continué con mi día, olvidándome de todo.

Esa noche, buscando mi billetera perdida (¡la tercera que perdía ese mes!), de repente recordé el mensaje. Al abrirlo, leí: “Tengo tu información de la licencia de conducir en la billetera que dejaste caer. La dejé en la estación de policía”.

La alegría fue enorme, no por la billetera sino por la señal. Al día siguiente, me registré en mi primer curso en Alma, abriendo un camino que continúa desarrollándose con asombro.

La lección refleja la respuesta de Hagit sobre la Ley de la Creación: “No se puede recibir sin dar. Solo la conciencia material quiere recibir sin retribuir. Incluso escuchar cada conferencia no traerá comprensión. La comprensión profunda ocurre solo cuando das algo a cambio”.

Mirando hacia atrás, me pregunto: recibí tanto, ¿por qué no se me ocurrió contribuir?

Esta Ley opera en la vida cotidiana. A medida que progreso y recibo más, mi dar debe crecer en consecuencia, a través de la acción o la profunda devoción interior. No por miedo al castigo, sino porque estas son las Leyes de la Creación: lo que recibes y no devuelves te será quitado o se perdería dentro de mi. Cuanto más das, más alto te elevas.

Veo el funcionamiento de esta Ley claramente a través de la profundidad y las nuevas revelaciones que ahora descubro en las conferencias que he escuchado varias veces anteriormente. Estoy muy contenta y agradecida de poder dar algo a cambio a Alma, aunque nada se compara con lo que he recibido. Realmente siento que cada acto de devoción trae un cambio ascendente.

¡Qué simples y hermosas son las Leyes de la Creación! A través de la comprensión y la alineación con ellas, podemos elevarnos.

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¿Has experimentado esta Ley en tu vida?

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